Sustentabilidad, sostenibilidad, impacto ambiental, desarrollo humano, gestión responsable, son algunos de los innumerables conceptos que resuenan y vinculan con la responsabilidad social. En un contexto de turbulencia generalizada, se habla mucho de la “responsabilidad social” como una dimensión moral que toda organización debe internalizar y promover en su actividad diaria. La Responsabilidad Social, tanto en el plano individual como colectivo, se refiere a la toma de conciencia de la incidencia de nuestros haceres y la consecuente respuesta ante ellos. Los actos responsables socialmente no son acumulativos. La Responsabilidad Social es un compromiso de todos, que transversaliza cualquier rasgo de individualidad. Implica el compromiso de los individuos a nivel personal como el de una organización por la incidencia social y ambiental que genera, a través de la gestión ética y eficiente de todos sus procesos internos, incluye la participación de la organización en políticas de desarrollo local, regional y nacional junto con otros actores sociales contribuyendo a partir de ello con el desarrollo humano justo y sostenible.

Por ello, el espacio curricular proporciona conocimientos para enfrentar los desafíos que plantea el desarrollo sustentable, entendiendo a las prácticas socialmente responsables y de sustentabilidad como medio para lograr innovación, competitividad y sostenibilidad.