Esta asignatura se inscribe dentro del Núcleo de Formación Común Electivo, y agrupa a estudiantes de las licenciaturas en Ciencia Política, Sociología y Desarrollo Local-Regional. Es importante tener en cuenta que los estudiantes llegan a cursarla, en la mayoría de los casos, con poca experiencia en la materia (porque han cursado teatro en la escuela primaria y/o secundaria, por ejemplo) o nula. Dada esta singularidad, la cátedra proporcionará al estudiante las herramientas básicas conceptuales y fundamentalmente prácticas de la actividad teatral adecuadas a este encuadre, bajo el enfoque de Augusto Boal1 quien fue el creador -a comienzos de los años ’60- del Teatro del Oprimido (TO) una propuesta que incluye principios, actividades, técnicas y juegos escénicos aún hoy vigente no solo en Latinoamérica sino en el resto del mundo, y que propone una mirada político- inclusiva de corte popular, basándose en la premisa de que todo ser humano es teatro, aunque no todos hagan teatro: “El ser humano puede verse en el acto de ver, de obrar, de sentir, de pensar. Puede sentirse sintiendo, verse viendo y puede pensarse pensando. ¡Ser humano, es ser teatro!”. Su manera de entender el TO implica que éste “crea espacios de libertad para que la gente imagine y piense en el pasado, en el presente y pueda inventar el futuro y no esperar por él”.
La propuesta de este módulo se apuntala desde un posicionamiento pedagógico liberador-emancipador, que se enfoca en la estimulación de la creatividad de los/las estudiantes dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje, principalmente el desarrollo de la creatividad dramática, estimulando a que éste/a sea un/a participante activo/a y crítico/a, que intente buscar las soluciones creativas y estrategias pertinentes a los problemas o situaciones de interés que se planteen al interior del espacio áulico, donde desarrolle la actividad teatral, como así también en su entorno.
De las disciplinas que pertenecen al campo de las artes escénicas, es el teatro el que favorece el incremento de las capacidades personales que son indispensables para la comunicación de y entre las personas, enfatizando la importancia de valorar el entorno, la realidad concreta de los y las estudiantes, activando su capacidad crítica y transformadora. Además, constituye una herramienta de enseñanza que facilita, por un lado el desarrollo de la creatividad individual y grupal, de la imaginación (que en el teatro se da en el anudamiento entre la intuición y la creatividad), acentuando el desarrollo de la persona mediante el juego dramático y su capacidad en la interpretación de las ideas a través del juego teatral; como así también activando la memoria. Al respecto dice Boal que “la imaginación mezcla las memorias y sigue hacia adelante, pero nunca sin tener memorias. Me atreveré incluso a decir que la imaginación es la memoria transformada por el deseo. Una es retrospectiva; la otra, prospectiva”.
Asimismo, cabe destacar que el teatro funciona como recurso educativo fundamental, entre otras cosas para estimular la libre expresión. Puede, entonces, constituirse en una plataforma o recurso pedagógico válido en tanto admite múltiples usos que benefician el trabajo del educador dentro del aula. Esta perspectiva, para el/la futuro/a egresado/a que incursione en la docencia de su área específica, coopera en la proyección y concreción de una educación más integral dentro del sistema vigente.
Por último, esta materia se caracteriza por la ausencia de modelos cerrados de respuesta, priorizando el proceso de aprendizaje por sobre los resultados finales; y por el uso de métodos favorecedores de la creatividad, comunicación e imaginación, cuyas tareas pretenden la manifestación de sentimientos, sensaciones e ideas, y la comunicación de los mismos.